Cine Alemán Gratis en el Instituto Goethe.

Miercoles 20 de julio  a las 19:30 pm,  retomamos nuestro ciclo de cine con la películaTiempo de caníbales del director Johannes Naber. Como soldados al frente del capitalismo global, tres exitosos asesores de empresa recorren las metrópolis industriales del mundo, para ejecutar aquello que ha sido decidido eficientemente en otros lugares. Una película fría y estridentemente grotesca.

"No es necesario entender por qué esta obra maestra de la comedia negra realizada por Naber no se enseña en la sección de competencia del festival de cine de Berlín, sino en la sección subalterna "Perspectiva del cine alemán". Pero hay que verla de todos modos. Pocas veces se han dicho tantas verdades y mostrado tantas cosas sobre el mundo globalizado de las finanzas como en esta obra. Y pocas veces eso ha sido tan increíblemente divertido". (Berliner Morgenpost)

El Miercoles 17 de agosto a las 19.30 pm, mostraremos Chicas gordas del director Axel Ranisch. Sven vive con su madre, Edeltraut, y comparte con ella incluso la cama de matrimonio. Cuando sale a trabajar, viene Daniel y se ocupa de la anciana, que sufre demencia. Un día, Edeltraut encierra a su cuidador en el balcón y se marcha. Sven y Daniel buscan juntos a la desaparecida. Podría ser el comienzo de una gran amistad, si no fuera porque Sven nota claramente las tendencias homosexuales de su compañero, al que le esperan esposa e hijo en casa. De esta manera, se desarrolla una historia de amor digna de una tragicomedia. El final feliz no promete una unión, sino más bien la emancipación de Sven. Sobre los costos de la producción; el director asegura que grabó en diez días con una cámara mini DV, y que todo le costó 517,23 euros. Y Edeltraut, la abuela, es su abuela también en la vida real.

                                         

Miercoles 31 de agosto a las 19.30 pm, terminaremos este ciclo de cine con Me siento disco, el segundo largo del director Axel Ranisch. Florian está en la adolescencia y se siente bien en su piel, aunque su estilo no es demasiado acorde al ideal de los tiempos que corren: es gordo, le gusta escuchar música romántica, no le interesa el deporte y no se siente atraído por las chicas, sino más bien por su propio sexo. Su padre tiene dificultades para aceptar la situación. Florian vive sus mejores momentos cuando Hanno se va a la piscina y él se queda solo en casa con su madre. Entonces, ambos se visten "de discoteca" y bailan en el departamento. Pero, una terrible mañana, la madre cae gravemente enferma, y padre e hijo deben aprender a convivir