lunes, 2 de mayo de 2011

Celeste (1981), de Percy Adlon.

Eva Mattes (Celeste),Jurgen Arndt (Marcel Proust)

A continuaciòn transcribo un interesante artìculo del critico de cine Juan Josè Beteta Herrera sobre la pelìcula "Celeste" (1981) del director alemàn Percy Adlon, y que se presentò en el cine club del B.C.R del Perù tiempo atràs.

SOBRE CELESTE:

El escritor Marcel Proust, mantuvo una relaciòn muy particular con su fiel ama de llaves hasta el dìa en que èl muriò. Ella se llamaba Celeste Alberet y tenìa apenas 31 años cuando se produjo el deceso del escritor. Lo fascinante de la pelìcula no es, sin embargo, el esfuerzo por traer a la memoria un afecto que se mantuvo màs allà de la muerte, sino el ritmo y las expresiones logrados con la càmara, el movimiento y los efectos lumìnicos.

CELESTE O LAS COMPLEJIDADES DE LO SIMPLE:

Celeste se desarrolla en un esquema caracterizado por un tiempo lento, de tomas largas y frecuentemente estàticas, y de un notable trabajo de iluminaciòn. La banda sonora se caracteriza por un manejo magistral del silencio,los ruidos y adecuadas acotaciones de la mùsica.

LA PELICULA COMIENZA....

Con una sucesiòn de planos largos que se cortan justo en el momento en que podrìan resultar insoportables (coincidiendo con el primer ataque de Proust). Luego asumen la prioridad los movimientos de càmara (travellings transversales) que van atravesando los distintos ambientes de la casa, siguiendo a Celeste en sus actividades cotidianas. Luego tenemos la deliciosa secuencia en que Proust "Persigue" a la hacendosa Celeste, llenàndola de encargos y precisiones (ràpidos movimientos entrecruzados de los actores en el cuadro + travellings laterales). El director va intercalando tomas fijas en exteriores (las playas, las fachadas contrapuestas simèticamente, el paisaje invernal en que naciò Celeste), cuya calidad fotogràfica (extraordinaria en el primer caso) complementan el trabajo de iluminaciòn en interiores, elevando los banales acontecimientos cotidianos a un plano estètico.

Luego tenemos la notable secuencia de la "Sensaciòn de muerte" , donde el tenue tictac del reloj subraya el silencio que se prolonga casi indefinidamente , y que solò es roto por los susurrantes diàlogos de Celeste con Odilon, o el ruido del agua hirviendo en la cocina, hasta el esperado climax en que los primeros planos de Celeste se intercalan con la repeticiòn - en espasmòdica càmara lenta - de los habituales ataques que padecìa el escritor. ....Continuàra

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